Otra visión de educación

Es abrir el espacio para descubrir, lo nuevo está adentro. De la misma manera que no le decimos a una planta cómo debe crecer ni en qué momento, solo descubrimos que un día ya le brotó una flor, así también el ser humano, en los diferentes momentos de su vida va dejando brotar su naturaleza.

Cuando hablamos de educar no hablamos de transmitir un conocimiento. Como referentes, acompañamos los procesos de cada niño estando en continuo trabajo interno para que nuestro ejemplo sea genuino; sin direccionar, calificar, comparar, suponer ni tener expectativas. Nuestro foco se proyecta en los adultos, ya que somos los verdaderos responsables de la educación de nuestros niños, para propiciar un crecimiento sano y armonioso.

El sentido de la educación viva y consciente es reencontrarnos como humanidad, en un espacio donde existe un mayor respeto al ser, a la simpleza de la vida.


Donde al niño se le permite simplemente ser niño.